Conozcamos nuestros pies
Gracias a nuestros pies nos podemos desplazar, caminar, correr, entre muchas cosas más. Pero, ¿les damos la importancia que merecen, y los cuidamos? ¿O los olvidamos?
Es fundamental recordar que el pie es uno de los órganos más valiosos y complejos del cuerpo humano. El engranaje y la forma de sus 26 huesos es lo que nos da la estabilidad de mantenernos erguidos. Los pies son los primeros en absorber cualquier impacto que provenga del suelo, son nuestros amortiguadores que transmiten la fuerza de reacción hacia la rodilla y cadera, ayudándose de éstas para mantenernos equilibrados.
El envejecimiento tiene repercusiones en todo el cuerpo y los pies no son una excepción: la piel se adelgaza y pierde flexibilidad, las almohadillas de grasa que protegen los talones se desgastan por los impactos, el tono muscular disminuye y la mala circulación hace que se sienta más frío en los pies. Muchos de los problemas de espalda, cadera, rodilla o tobillos son generados por un incorrecto cuidado de los pies. La forma de caminar, de correr o el peso que soportan influyen en gran medida en los problemas que pueden surgir.
Por ello, es necesario comenzar a mejorar los hábitos del cuidado de los pies, ya que con el paso del tiempo se empiezan a presentar problemas que ya no serían tan fáciles de tratar.
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