Alergias estacionales y alimentarias
La prevalencia de las enfermedades alérgicas tiene un incremento importante en todo el mundo, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.
Estas enfermedades incluyen asma, rinitis, anafilaxia, alergia a drogas, alimentos e insectos, eczema y urticaria. Su aumento es especialmente representativo en los niños, en quienes se observa la mayor tendencia en las últimas dos décadas.
Cabe señalar que muy pocos países tienen servicios adecuados en este campo de la medicina, pues éstos suelen están dispersos y lejos de ser los ideales.
La atención de las enfermedades alérgicas debe de ser llevada a cabo por especialistas en alergología, con el fin de que lograr un nivel adecuado de atención para todos los pacientes con estas enfermedades. La falta de cuidado especializado conduce a la morbilidad y, en muchos casos, a la mortalidad, cuando en realidad estos padecimientos son prevenibles.
Alergias estacionales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 300 millones de personas en el mundo son afectadas por asma, y otros tantos más por rinitis alérgica. En nuestro país, la Secretaría de Salud registra que, según la severidad de los casos, en promedio se pierden hasta 15 días laborales por paciente.
Por otra parte, los estudios aerobiológicos muestran que en México durante la temporada de sequía circula una mayor abundancia y diversidad de pólenes, y que éstos, al ser transportados por el viento, se impactan en las vías aéreas causando enfermedad respiratoria alérgica en las personas susceptibles.
En la Ciudad de México la contaminación es un factor que exacerba la alergenicidad de los pólenes, ya que los contaminantes afectan directamente sobre el propio grano al liberar sus antígenos. A esto le agregamos que el calentamiento global favorece el desarrollo de alergias respiratorias, debido a que las etapas de floración son más prolongadas.
Alergias alimentarias
Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estiman que el 25% de la población padece algún tipo de alergia, incluyendo la alimentaria.
Las alergias alimentarias son reacciones adversas a determinados alimentos, cuyo origen es un mecanismo inmunitario afectado en el paciente. Los síntomas van desde malestares ligeros hasta complicaciones, los cuales, sin la intervención médica, pueden poner en peligro la vida de la persona.
La población infantil es la más afectada, pues la prevalencia es de 4.2% en menores de 3 a 5 años, y de 3.9% en menores de 18 años. Los principales alimentos involucrados en las alergias son: la proteína de la leche, el cacahuate, los mariscos, los frutos secos, el huevo y el trigo.
La automedicación para controlar los síntomas ha provocado un aumento en el número de casos. Por ello, es importante no minimizar una alergia alimentaria, y siempre es mejor acudir con un especialista.
Recomendaciones
Muchas reacciones alérgicas son leves, pero otras pueden ser graves y potencialmente mortales, están limitadas a una pequeña área del cuerpo o afectarlo todo. La forma más grave se denomina “anafilaxia”.
La anafilaxia es una reacción generalizada que puede afectar a varios órganos al mismo tiempo y obstruir su funcionamiento normal, e incluso puede poner en peligro la vida de quien la padece.
La única forma de prevenir una reacción alérgica consiste en evitar por completo los alimentos que lo desencadenan. Se deben tener cuidados específicos, como leer bien las etiquetas de los productos alimenticios y detectar todo lo referente a la contaminación cruzada.
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