¿Llorar es de débiles o valientes?
¿Qué piensas cuando ves a alguien llorar? ¿Tu opinión es igual si la persona que llora es hombre o es mujer? ¿Crees que el llanto es un signo de debilidad? ¿Ante qué situaciones opinas que se vale llorar?
Se piensa que las personas que lloran son frágiles o vulnerables; que llorar tiene que ver con debilidad, con la falta de coraje para afrontar las adversidades de la vida, ¿tú qué crees?
Datos sobre el llanto: Cultura Mesoamericana
En las culturas mesoamericanas se aprecia humildad y un ligero llanto ante la realización de algunos rituales, como el Chicomexochitl o Siete flor, destinado a ofrendar la siembra. Se dice que tanto hombres como mujeres lloran durante esta ceremonia, ante el desdén al maíz de quienes tan sólo lo tiran al suelo sin valorarlo como es debido.
Fuente: “El llorar entre los nahuas y otras culturas prehispánicas”, Daniel Graña.
Leyenda de “Las lágrimas de Osiris”
La leyenda de “Las lágrimas de Osiris” relata el descuido de la cocinera de un faraón. Cuenta que, en cierta ocasión, dejó expuesta la masa de las tortas de cereales que más le gustaban a su señor, pero ese día llovió copiosamente y la masa se empapó. Ante tanta humedad, la cocinera agregó cerveza a la masa para fortalecerla antes de hornearla. Una vez listo, el faraón quedó encantado y atribuyó el sabor y consistencia de este pan fermentado como un milagro, fruto de la iluminación de las lágrimas de Osiris, la lluvia.
Fuente: Anónimo. Leyenda popular.
Datos sobre el llanto: Grecia
En la antigua Grecia, a los héroes se les permitía llorar.
Penélope llora en la Odisea y Andrómaca en la Ilíada, y de igual forma, los varones lloraban. Bravos y altivos guerreros lloraron y se conmovieron entre lágrimas. Aquiles lo hizo ante la muerte de Patroclo mientras que Ulises, el célebre héroe de la Odisea, mostró su llanto en distintas ocasiones. A pesar de enfrentar terribles embates de los dioses y de monstruos, lloraba ante la obstinación por volver a Ítaca, su isla, su hogar; y una vez concretado su retorno y frente a Penélope, su mujer, Ulises lloró marcando así el final de sus largas aventuras.
Fuentes: La Ilíada y La Odisea, Homero
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